La idea de restablecer un sistema de seguridad colectiva más eficaz que
el de la fracasada Sociedad de Naciones nació durante la guerra. En
concreto, la Carta del
Atlántico, aprobada durante el encuentro que mantuvieron Churchill y Roosevelt en
agosto de 1941, preveía "la institución de un sistema de seguridad
general establecido sobre bases más amplias".
¿Por qué no limitarse simplemente a mantener la Sociedad de
Naciones? Las razones fueron varias: el fracaso de la institución
con sede en Ginebra había sido tan patente que su mera reconstitución tuviera
un efecto desastroso en el terreno de la confianza internacional, por otro
lado, la URSS, que había sido expulsada en 1939 tras su agresión a Finlandia, se oponía enérgicamente a su
reconstrucción. Era evidente que se hacía necesario crear una institución
completamente nueva.
Los pasos posteriores se dieron en la Declaración de las Naciones
Unidas aprobada en Washington el 1 de enero de 1942, en la que los
participantes, siguiendo un proyecto elaborado por la Secretaría de Estado
norteamericana, se comprometían a elaborar un sistema de paz y de
seguridad para la posguerra, en el viaje deCordell Hull a
Moscú en 1943 en el que obtuvo el apoyo soviético a esa idea y en la Conferencia de
Teherán, donde se reafirmó la idea crear una organización
internacional.
En la Conferencia de
Dumbarton Oaks en otoño de 1944, representantes de EE.UU., la
URSS, Gran Bretaña y China aprobaron un borrador de proyecto para esta nueva
institución internacional. Las grandes naciones, las que "habían
vertido su sangre en beneficio del resto del mundo" según se
afirmó en sus resoluciones, se reservaban el derecho de poner las bases de la
nueva organización. En Dumbarton Oaks se acordó que los cuatro participantes en
la Conferencia más Francia serían los miembros permanentes del futuro Consejo
de Seguridad.
En la Conferencia de Yalta se solventaron algunos de los puntos
de fricción entre las potencias:
Se acordó que Ucrania y Bielorrusia, además de la URSS, fueran
consideradas miembros de pleno derecho de la organización.
Se resolvió que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU,
Reino Unido, la URSS, Francia y China) tuvieran siempre derecho de veto en todo
tipo de resoluciones, exceptuando las de procedimiento.
Los "Tres Grandes" en Yalta acordaron
que "una conferencia de las Naciones Unidas fuera convocado en San
Francisco, en los Estados Unidos, el 25 de abril de 1945, para preparar la
Carta de esta organización".
La Conferencia de
San Francisco (25 de abril-26 de junio de 1945) aprobó la Carta
de la Organización de las Naciones Unidas, que fue firmada por cincuenta y un
estados.
La Carta enunciaba los objetivos y principios en los que se basaba de la
ONU.
Los propósitos eran cuatro:
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales;
fomentar entre las naciones relaciones de amistad;
realizar la cooperación internacional en la solución de problemas
internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario, y en el
desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales
servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar
estos propósitos comunes.
Los Principios afirmaban lo siguiente:
la organización se basaba en la igualdad soberana de todos sus miembros
todos los estados miembros cumplirían las obligaciones contraídas de
conformidad con la Carta
los miembros arreglarían sus controversias internacionales por medios
pacíficos y sin poner en peligro la paz, la seguridad o la justicia
los estados miembros se abstendrían en sus relaciones internacionales de
recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados
los miembros prestarían a las Naciones Unidas toda la clase de ayuda en
cualquier acción que ejerzan de conformidad con la Carta, y no ayudarían a
Estado ninguno contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción
preventiva o coercitiva
ninguna disposición de la Carta autorizaría a la ONU a intervenir
en los asuntos que son jurisdicción interna de los Estados
las Naciones Unidas harían que los Estados que no son miembros de la
Organización, se conducirían de acuerdo con estos principios en la medida que
fuera necesaria para mantener la paz y la seguridad internacionales.
La Carta recogía también la estructura interna de la ONU que se basaba en los siguientes órganos:
El Consejo de Seguridad es el órgano principal y de mayor poder
decisorio de la ONU, y su papel fundamental se centra en solucionar todas las
cuestiones relativas al mantenimiento de la paz y de la seguridad
internacionales. Inicialmente estuvo integrado por once miembros, 5 permanentes
y 6 no permanentes, pero a partir de 1966 se elevó a quince al incrementarse el
número de estos últimos.
El Consejo de Seguridad adopta resoluciones obligatorias para los
Estados miembros. En todos los asuntos importantes, no de procedimiento, sus
resoluciones se aprueban con el voto afirmativo de siete miembros,
comprendiendo los votos coincidentes de los permanentes. La Carta introducía,
así, una importante innovación frente a la Sociedad de Naciones, al permitir
que el Consejo de Seguridad adoptara decisiones obligatorias por mayoría
cualificada, siempre y cuando, condición indispensable, los miembros
permanentes estuvieran en esa mayoría. Era la regla de la unanimidad de las
grandes potencias que se traducía, de hecho, en su derecho de veto y
en el instrumento de su poder. Finalmente, el Consejo de Seguridad en sus
labores para el mantenimiento de la paz tiene capacidad para organizar un
ejército a partir de los efectivos proporcionados por los miembros de la
organización, así como imponer sanciones económicas a Estados agresores o que
violan las normas internacionales. Las fuerzas de Naciones Unidas, los
conocidos como "cascos azules" han realizado numerosas intervenciones
para frenar conflictos armados, especialmente en Palestina, Congo, Chipre,
Líbano, Cachemira... Estos ejércitos son también empleados para proteger al
personal de las agencias de la ONU en misiones de ayuda humanitaria.
La Asamblea General es el principal órgano de debate y
está integrado por delegados de todos los Estados miembros, cada uno de ellos
tiene derecho a voto. La Asamble tiene amplias competencias: elección de los
miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, admisión de nuevos miembros,
nombramiento del secretario general a propuesta del Consejo de Seguridad... Sin
embargo, las decisiones de la Asamblea General solo tienen el carácter de
recomendaciones. Estas resoluciones deben ser adoptadas por el voto de la
mayoría de los dos tercios de los miembros presentes y votantes.
La Secretaria, órgano administrativo de las Naciones Unidas, presta
sus servicios a los otros órganos, administrando los programas y políticas por
ellos elaborados. Al frente de la Secretaría, figura el secretario general que
juega una labor de coordinación en toda la organización y puede llegar a tener
un papel político importante. El noruego Trygve Lie fue el primero en acceder
al puesto (1946-1953), sustituido por el sueco Dag Hammarskj5ld (1953-1961)
quien tras morir en un accidente de avión en el Congo mientras encabezaba una
intervención de Naciones Unidas fue reemplazado por el birmano U Thant
(1961-1971). El austriaco Kurt Waldheim, convertido en secretario general entre
1971 y 1981, tuvo su continuador en el peruano Pérez de Cuéllar (1981-1991), a
su vez sustituido por el egipcio Butros Gali (1991-1997). El actual secretario
general es Kofi Anan, elegido en 1997 y reelegido en el 2001.
Otros órganos de la ONU con competencias definidas eran el Consejo
Económico y Social (coordinador de toda la labor económica y social de la
organización), el Consejo de Administración Fiduciaria (supervisa la
administración de los territorios bajo la administración fiduciaria) y la Corte
Internacional de Justicia con sede en La Haya (órgano judicial de la ONU a
la que pueden recurrir todos los Estados miembros e incluso los que no lo son).
Por último, a las Naciones Unidas se añadirían los llamados organismos
especializados por ella coordinados que abarcaban desde el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD),
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) y la FAO, organización dedicada a la alimentación y la
agricultura.
A pesar de todas las expectativas e ilusiones creadas, la ruptura entre
los Aliados con el estallido de la guerra fría paralizará
el funcionamiento de la ONU, especialmente mediante el uso del derecho de veto
de las grandes potencias enfrentadas.
(http://www.historiasiglo20.org/IIGM/ONU.htm).
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